Magdalena Leflet. Diplomada en Nutrición Humana y Dietética.
Si te han diagnosticado recientemente de celiaquía, es muy probable que te asalten un sinfín de dudas acerca de cómo gestionar la alimentación sin gluten. Como vimos en el post anterior, una alimentación libre de gluten bien planificada puede ser tan saludable como cualquier dieta con gluten saludable y bien planificada.
La alimentación sin gluten ofrece más alternativas de las que se puede creer en un primer momento. Es importante asesorarte con un profesional en el ámbito de la alimentación para que te ayude a gestionar la dieta sin gluten y que esta sea equilibrada. Veamos una serie de puntos que hay que tener en cuenta:
1. Prioriza materia prima. Elige alimentos sin procesar, que no tienen gluten. Ten en cuenta que los únicos alimentos que contienen gluten en su naturaleza son el trigo, el centeno, la cebada, la espelta, el kamut y probablemente la avena, por tanto, quitando esto tienen una gran variedad de alimentos para disfrutar como carnes, pescados, huevos, legumbres, frutas, verduras, semillas, frutos secos y cereales sin gluten.
2. Varía los cereales para que no haya déficit de fibra en tu dieta y mantener una buena salud intestinal. Si eliges consumir pasta, por ejemplo, puedes optar por aquella elaborada a base de harina de legumbres o mezcla de cereales, además de aportarte más fibra (la pasta de maíz no tiene más de 1,5g de fibra por cada 100g, mientras que las pastas de legumbres pueden tener hasta 10g por cada 100g de producto) aportan más proteína y son más ricas en nutrientes.
3. El gluten es muy apreciado en la industria alimentaria, por lo que muchos productos, aunque tengan un mínimo procesado pueden contener trazas. En el caso de los alimentos mínimamente procesados elige aquellos denominados como genéricos. La Asociación de Celiacos de España, conocida por sus siglas como la FACE, saca cada año un listado de productos genéricos que pueden consumirse con seguridad, siempre que en el etiquetado no indique que puede contener trazas.
4. Si optas por consumir productos procesados, hazlo de forma puntual y opta por aquellos que no contengan más de 5 ingredientes, sin azúcares ni edulcorantes, aditivos, aceites refinados o exceso de sal, por ejemplo. Ten en cuenta la mención “sin gluten” en el etiquetado, que te ofrecerá la garantía de que el producto no contiene trazas.
5. Sigue las recomendaciones para cocinar sin gluten y así evitar la contaminación cruzada.
¡Asesórate por un profesional de la alimentación, que te acompañará en el camino del cambio!