Ángela Lara Hernández. Diplomada en Nutrición Humana y Dietética.
Es muy común en estos días escuchar que el intestino es el segundo cerebro. Esta concepción del intestino deriva de que está compuesto por más de 100 millones de neuronas. Conocido como sistema nervioso entérico, en el que la microbiota es un factor fundamental ya que también produce neurotransmisores relacionados con el estado de ánimo.
Es por ello que se ha estudiado ampliamente la implicación del gluten en varias enfermedades dependientes de éste y el papel que desempeña en otras enfermedades autoinmunes no celíacas. Recientemente, se sugirió sus implicaciones en enfermedades neurodegenerativas aunque no se llegó a establecer una relación causa-efecto.
Se han estudiado, mediante revisiones narrativas como la que te acercamos, aspectos de los eventos, mecanismos y vías de los ejes gluten-intestino-cerebro que conectan el consumo de gluten con las enfermedades neurodegenerativas. Los ejes intestino-cerebro connotan un tema muy complejo de abordar ya que intenta descifrar los cruces entre ambos extremos y los compartimentos funcionalmente dependientes, ya que uno no puede actuar sin el otro.
Las enfermedades neurodegenerativas se caracterizan por la pérdida progresiva de la estructura o función de las neuronas. Las más frecuentes y conocidas son el parkinson y el alzheimer. El artículo de revisión donde nos centramos describe los posibles efectos perjudiciales de la ingesta de gluten en la evolución de las enfermedades neurodegenerativas. En el presente blog, abordaremos la relación entre el gluten y las enfermedades neurodegenerativas.
La búsqueda bibliográfica del artículo incluyó estudios que describían la asociación gluten/gliadina con trastornos neurodegenerativos. La ingesta de gluten/gliadinas influye en las patologías cerebrales. A continuación, se presentan varios efectos y vías perjudiciales relacionados con el gluten que podrían afectar las condiciones neurodegenerativas. Desde el punto de vista sistémico, el gluten es proinflamatorio y proapoptótico y afecta la epigenética. A nivel intestinal, mejora la permeabilidad intestinal al comprometer la integridad funcional de las uniones estrechas, lo que resulta en un intestino permeable.
En conjunto, los factores ambientales, ya sean nutrientes como el gluten o infecciones como el covid-19, podrían afectar los trastornos neurodegenerativos. Los anticuerpos de reacción cruzada podrían desempeñar un papel en las enfermedades neuroinflamatorias, neuropsiquiátricas o neurodegenerativas. Los anticuerpos de reacción cruzada aluden al mimetismo molecular autoinmune, pero la identidad de la secuencia antigénica podría fortalecer la relación cerebral degenerativa-gliadina.
Queda mucho estudio por delante para vincular directamente el consumo de gluten con otras enfermedades y afecciones, pero se sabe que al ser una enfermedad con respuesta inmune la relación cruzada con otras partes del cuerpo, como en este caso el cerebro, es un campo de estudio donde seguir indagando los posibles aspectos adversos.
El título del artículo “que la comida sea tu medicina”, dicha por Hipócrates nos revela que a veces la exclusión de un alimento en nuestra dieta es realmente la medicina. Es por ello que este artículo concluye con la importancia que existe entre la reactividad cruzada de los anticuerpos anti-gluten y las numerosas homologías de secuencia de epítopos con péptidos del sistema nervioso central conducen a la posible vía fisiopatológica del mimetismo molecular, que opera en enfermedades neurodegenerativas.
Bibliografía
Lerner A, Benzvi C. «Let Food Be Thy Medicine»: Gluten and Potential Role in Neurodegeneration. Cells. 2021 Mar 30;10(4):756. doi: 10.3390/cells10040756. PMID: 33808124; PMCID: PMC8065505.
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