Paola Rosado López. Grado en Nutrición Humana y Dietética
Es cierto que la Enfermedad Celíaca y la lactosa pueden ir muchas veces de la mano. Se sabe que la intolerancia a la lactosa en personas celíacas puede deberse a dos causas: a una deficiencia primaria de lactasa o a una deficiencia secundaria de lactasa. Vamos a explicar estos términos para que se entienda mejor:
- Deficiencia primaria de lactasa. Ocurre cuando el organismo produce una cantidad insuficiente de lactasa, la enzima que se encarga de descomponer la lactosa para su digestión. Este tipo suele aparecer en edades tempranas.
- Deficiencia secundaria de lactasa. Es la causa que prevalece en la celiaquía, especialmente antes del diagnóstico de esta. Se desarrolla como consecuencia de lesiones en el intestino delgado, lo que sucede con la inflamación intestinal provocada por la ingesta de gluten. Esto afecta temporalmente la producción de lactasa, haciendo difícil digerir la lactosa. Por suerte, una vez que el intestino se recupera siguiendo una dieta sin gluten, se logra, en la mayoría de los personas, recuperar la capacidad de digerir la lactosa.
Ahora bien, ¿cómo identificamos si la intolerancia a la lactosa es primaria o secundaria?
La deficiencia de lactosa secundaria puede aparecer en personas con otros problemas a nivel intestinal, como la gastroenteritis o la enfermedad inflamatoria intestinal. Si la causa de la lesión intestinal desaparece, es probable que se recupere la capacidad de digerir lactosa. No obstante, si los síntomas de intolerancia permanecen, podría tratarse de una deficiencia primaria.
Para identificar si una persona tiene deficiencia primaria de lactasa, se puede realizar pruebas genéticas que determinan lo propensa que puede ser una persona a esta condición hereditaria. En estudios realizados, se ha observado que tanto en personas con celiaquía como en personas sin esta enfermedad, existe una alta prevalencia de deficiencia de lactasa.
Como conclusión, es común que tanto la celiaquía como la intolerancia a la lactosa aparezcan juntas, aunque no todas las personas con celiaquía desarrollan la intolerancia. Afortunadamente, al seguir una dieta libre de gluten, se consiguen mejoras en la salud intestinal y en su capacidad para digerir la lactosa.
BIBLIOGRAFÍA
Investigación, R. (2024, May 9). Intolerancia a la lactosa. RSI – Revista Sanitaria De Investigación. https://revistasanitariadeinvestigacion.com/intolerancia-a-la-lactosa-2/?utm_content=cmp-true#google_vignette
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