Magdalena Leflet. Diplomada en Nutrición Humana y Dietética.
Aunque su nombre pueda causar confusión, el trigo sarraceno o alforfón (Fagopyrum Esculentum) es una planta herbácea de la familia de Polygonaceae. Es popularmente considerado un cereal y por el aspecto de su grano podría confundirse con una graminia pero no lo es.
En cuanto a su composición nutricional es muy parecida a la del trigo común con algo más de proteína y grasa (saludable) y algún que otro compuesto antioxidante y antiinflamatorio. Pero lejos de atribuirle propiedades milagrosas, creo interesante recomendar su consumo como un buen sustituto del trigo, por su similitud en cuanto a composición nutricional, y evitar hacer todas las sustituciones en base a alimentos procedentes de harinas de arroz o maíz. Además, el trigo sarraceno es muy versátil y puede utilizarse para elaborar multitud de recetas.
Los granos de esta planta se han utilizado a lo largo del mundo para la elaboración de alimentos muy interesantes para hacer platos deliciosos y que nada tienen que envidiar a aquellos elaborados con el trigo común. Un ejemplo de estos alimentos son los fideos soba, muy populares en Japón, o las galettes, esos crepes franceses rellenos tan deliciosos.
La harina de trigo sarraceno se usa para elaborar estos platos así como pan, algo más compacto (recordemos que no tiene gluten y por tanto pierde esponjosidad) y de sabor intenso, también cualquier tipo de masas o incluso gachas.
¡Próximamente daremos algunas ideas!
Referencias:
1. Zheng, W., & Wang, S. Y. (2001). Antioxidant activity and phenolic compounds in selected herbs. Journal of agricultural and food chemistry, 49 (11), 5165-5170.
2. Clemence Catz: Trigo sarraceno. Barcelona, Beta Editorial Barcelona, 2016.