primeros pasos tras el diagnóstico de gluten

Primeros pasos tras el diagnóstico de la enfermedad celíaca

Ángela Lara Hernández. Diplomada en Nutrición Humana y Dietética

Sara Osuna de la Peña. Digital Content Junior


El diagnóstico de la enfermedad celíaca, en muchas ocasiones, no es sencillo ni rápido. Muchas personas que padecen esta enfermedad comentan las numerosas visitas a diferentes profesionales como médicos, nutricionistas, especialistas en digestivo… para ponerle nombre a la sintomatología, sensaciones físicas y malestar general que conlleva el no saber qué está pasando en el organismo.

Una vez diagnosticada, el único tratamiento para la enfermedad celíaca es una dieta estricta exenta de gluten. Es por ello por lo que los hábitos de alimentación, sociales e incluso laborales pueden verse afectados tras la noticia. Estos cambios tienen una repercusión también a nivel emocional como hablamos en nuestro último blog.

Tras el diagnóstico es normal que haya una sensación desagradable, pero a la vez el poder nombrar aquello que te pasa y darle respuesta puede darnos un punto de respiro y tranquilidad. 

Para la persona recién diagnosticada, la primera reacción es intentar recabar la máxima información respecto a su enfermedad y al gluten, ya que al salir de la consulta del médico no existe la sensación de haber llegado al nivel de información que una persona recién diagnosticada necesita. Este sería el primer paso a seguir: infórmate sólo a través de fuentes fiables. 

La consulta a doctor Google puede ser arriesgada por haber demasiada información no del todo científica ni fiable por lo que lo mejor será acudir a fuentes de información científicas de confianza. Conocer qué es el gluten, saber dónde se encuentra, diferenciar los tipos de alimentos (genéricos, procesados, con gluten…) es parte de la información necesaria para llevar a cabo una dieta libre de gluten.

La dieta libre de gluten es el único tratamiento hoy en día para la enfermedad celíaca. No es solo modificar la forma de comer y cocinar en casa (y más si el resto de la familia come con gluten), sino también conocer los riesgos de comer fuera, ya sea en casa de familiares/amigos o en la calle.  Acudir a sitios recomendados, que cumplan con el protocolo sin gluten y nos aseguren la ausencia de gluten en sus platos, será otro paso para que el aspecto social de nuestra vida se adapte a la nueva situación. 

El contacto cruzado es la gran batalla de las personas celíacas, ya que las personas que no padecen esta enfermedad no siempre entienden las graves consecuencias que puede conllevar el consumo de gluten para una persona con enfermedad celíaca. Concienciar a nuestro entorno sobre la importancia de tener precaución en este punto puede ser otro de los grandes hándicaps que se encuentre la persona recién diagnosticada.

Una vez informado, concienciado y aceptado la enfermedad, es probable que te sientas solo ante el abrumador cambio que se presenta en tu vida. Pero para esto hay asociaciones de celíacos, donde prestan apoyo, información sobre la enfermedad, información nutricional, dan consejos prácticos y te ayudan a llevar mejor los primeros días/meses de la nueva situación. 

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