Ángela Lara Hernández. Diplomada en Nutrición Humana y Dietética
Sara Osuna de la Peña. Digital Content Junior
Como sabemos, la enfermedad celíaca se presenta en mayor proporción en mujeres que en los hombres. Por esta razón, te acercamos hoy toda la información para compatibilizar la celiaquía con el embarazo. En esta etapa, a la que llaman la dulce espera, surgen muchas dudas, especialmente cuando es el primer embarazo.
Ante esta situación, hoy te traemos información al respecto con la que deseamos resolver algunas dudas sobre cómo se relaciona el gluten y el embarazo.
Lo primero que queremos puntualizar es que la mujer celíaca que se quede embarazada debe mantener de forma estricta la dieta sin gluten. El gluten no es una proteína esencial, por lo que el peligro sería que se consumiera. No se debe reintroducir en ningún caso, ya que, como sabemos, no solo habrá síntomas digestivos indeseados, sino que empezará a haber mala absorción y esto puede suponer una carencia y un problema en el embarazo. Mantener la adherencia a la dieta sin gluten no presenta ningún riesgo ni supone ninguna carencia.
Se deberá mantener una alimentación sana y equilibrada, priorizando en todo momento los alimentos frescos y poco procesados, ya que así se evitará en gran medida el consumo de gluten por desconocimiento del etiquetado, la nomenclatura o las posibles trazas. Aunque mantener este tipo de alimentación, basada en los productos frescos y poco procesados, es un consejo general que se da a todas las personas que padecen la enfermedad celíaca, en este caso cobra una mayor relevancia, ya que hay ciertos requerimientos nutricionales que se ven aumentados en el embarazo.
Una vez que ha nacido el bebé, las pautas de alimentación siguen las mismas directrices. No porque la madre sea celíaca vamos a dar por hecho que el bebé lo será nada más empezar la alimentación complementaria. Debemos extremar las precauciones una vez que en pediatría o la persona especialista en nutrición haga la recomendación de introducir los cereales con gluten, especialmente con el contacto cruzado, ya que al manipular el niño la comida con gluten, puede ser un punto de contacto para la madre celíaca.
Como toda etapa que conlleva cambios, pueden surgir mil dudas. Por eso te recomendamos que mantengas la calma y continúes con los hábitos de siempre. Si tienes un diagnóstico reciente, utiliza las herramientas que te faciliten desde la sanidad pública, infórmate con la ayuda de tu asociación y, por supuesto, sigue disfrutando de tu vida social gracias a la APP de la Red Sevilla Sin Gluten, donde encontrarás establecimientos donde comer tranquila, tanto en el embarazo como en cualquier momento.
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