Johana Gutiérrez. Diplomada en Nutrición Humana y Dietética.
Empieza el buen tiempo y todos/as empezamos a planificar escapadas, e incluso empezamos a organizar nuestras merecidas vacaciones, y cuándo padeces de celiaquía hay un factor importante a tener en cuenta, que es la planificación de las comidas en tu estancia. Entre la diferencia cultural y la lingüística, y la poca concienciación que existe en algunos lugares, las cosas se pueden complicar bastante, pero no tiene que ser un impedimento.
Lo primero: investiga cómo abordan la celiaquía en tu destino.
Para saber del tema, investiga en foros de celiacos y grupos en redes sociales, y toma como referencia las páginas de las asociaciones de celiacos del lugar si vas fuera de España o consulta los litados de establecimientos de la FACE si no sales fuera del país y así hacerte una idea de las opciones que tendrás para comer.
Si vas a coger un avión para hacer un viaje de larga duración, consulta previamente con la aerolínea la opción de menú para celiacos y solicítalo previamente para que puedas contar con este durante tu viaje, las grandes compañías suelen tener distintos menús aptos para distintas situaciones alimentarias. De todas formas, con un justificante médico, puedes llevar tu propia comida en el avión, sin ningún impedimento ya que estaría justificado.
En cuanto al alojamiento, pregunta si ofrecen menú celiaco en tus distintas opciones y si no te aseguran menús sin gluten, puedes optar por alquilar un apartamento con cocina, y planificar tu mismo tus comidas sin riesgo de contaminación cruzada.
En caso de optar por un apartamento, lava previamente todo el menaje, puedes comprar o llevarte una tabla pequeña y si tienes que usar tostadora y no puedes llevar la tuya propia, te recomendamos que lleves bolsas anticontaminación cruzada aptas para tostadora, sandwichera y horno compuestas por PTFE y fibra de vidrio, que suelen ser reutilizables, fácilmente lavables y antiadherentes. Estas ocupan poco espacio y son una solución muy práctica, las puedes encontrar en farmacias, en cadenas grandes de supermercados o comprarlas online.
Lo segundo: lleva contigo algunos alimentos.
A día de hoy nos han reducido bastante el equipaje, y tampoco es plan que lleves una compra entera en la maleta, ya que en cualquier destino encontrarás alimentos genéricos y siempre debemos basar nuestra alimentación en materias primas, sin embargo, la cosa se complica si queremos algún alimento procesado, por lo que te sugerimos que lleves algo de pan, picos, algunas galletas e incluso algún embutido al vacío sin gluten. Te sacarán de un apuro en caso de que no encuentres opciones para ti.
Tercero: La lengua puede ser una barrera.
Si no dominas el idioma del lugar, te será muy complicado explicar tu situación, por lo que es muy importante que lleves una tarjeta explicando qué es la celiaquía y que alimentos puedes y NO puedes consumir. En internet encontrarás distintos modelos ya hechos.
Con las nuevas tecnologías y los móviles con internet, también tendrás a mano un traductor, no solo para comunicarte, sino para entender el etiquetado de algunos alimentos.
Por último y no menos importante, no te obsesiones, la lista de alimentos que no contienen gluten es bastante larga, y las opciones de recetas son infinitas, por lo que habla con la persona encargada del lugar, seguro que te pueden dar alguna solución.
Foto de Michael Parulava en Unsplash