Magdalena Leflet. Diplomada en Nutrición Humana y Dietética.
Me gustaría daros a conocer el teff, un alimento algo desconocido y que me parece muy interesante para incorporar en la dieta sin gluten por varias razones que comentaré más adelante.
Es una planta herbácea con el nombre de eragrostis teff y procede de la familia de las poáceas, es originario de Etiopía pero en los últimos años se ha incorporado en los cultivos españoles por ser de ciclo corto, además de un buen recurso para alternar con cultivos de remolacha, maíz o patata.
Sus semillas son muy pequeñas y además de no tener gluten, su contenido nutricional es más concentrado que otros cereales sin gluten. Posee un alto contenido en fibra, lo que lo hace un alimento saciante. Tiene un bajo índice glucémico, lo que significa que su capacidad de aumentar la glucosa en sangre es baja. A esto se le suma que su composición en cuanto a nutrientes es bastante interesante comparada con otros cereales sin gluten como el arroz o el maíz. Contiene una cantidad de minerales y vitaminas bastante interesantes como vitaminas del grupo B, así como hierro, fósforo, magnesio, potasio, selenio o zinc. En su composición también incluye ácidos grasos omega 3 y un contenido alto en proteínas.
Se puede consumir en grano para elaborar porridges, introducir en estofados o espesar salsas. También se pueden elaborar recetas a partir de su harina, como panes, pastas, crepes, bizcochos o masas para bases.
Por todo esto me resulta una opción interesante a considerar a la hora de introducir en una dieta sin gluten.
En Etiopía se usa para elaborar Injeera, un pan plano a base de harina de teff y agua sometido a fermentación y que es esponjoso y ácido, muy interesante como acompañamiento de la comida, así como para desayunos y meriendas.
¿Quieres saber cómo se elabora? Aquí te dejamos el enlace a la receta